Espiral de acontecimientos en verso que presentan un cúmulo de cuestiones que hablan de la dicotomía amor-odio. Las referencias al cielo, al mundo y a los niños son clave en este poema.
Caen clavos desde el cielo,
suena el metal en el suelo,
mundo... hecatombe... no es juego.
Aunque los niños no cogen
ni caramelos del suelo,
sus ya mutiladas manos
ya sólo los dejan correr.
Ya no hace falta el veneno,
llueve desde lo eterno,
gratis a diestro y siniestro.
Terapia humana es lanzar
por los aires desde el suelo
lo que no le sirve al cielo.
Qué dolor, vaya, qué dolor,
sí, pero todo se olvida,
y magnates implacables
sus delgadas manos frotan.
Advierten: todo por amor,