M: ¿No estás escribiendo?
H: Estoy con mi tren (...)
M: ¿Y desde cuándo no escribís nada?
H: Estuve de viaje.
M: Quizás ya no tengas nada que decir. Mira, aquí te marqué varios trabajos posibles (...)
H: ¡No necesito que me busques trabajo! Estoy bien así. ¿Cómo te lo tengo que decir? ¡Mi oficio es el de poeta!
M: ¿Poeta?
H: Soy poeta.