Aprendí a amarte cada noche,
aprendí a odiarte cada día.
Aprendí a odiarte cada noche,
aprendí a amarte cada día.
Yo quisiera amarte cada día
sin tener que odiarte cada noche.
Y quisiera odiarte cada día
sin tener que amarte cada noche.
Si de eso hace ya mucho tiempo
me pregunto por qué lo recordaré,
cada día, cada noche, por siempre,
como si fuera ya una condena
el que tú estés aquí tan presente
de noche, de día, y en poemas…
aprendí a odiarte cada día.
Aprendí a odiarte cada noche,
aprendí a amarte cada día.
Yo quisiera amarte cada día
sin tener que odiarte cada noche.
Y quisiera odiarte cada día
sin tener que amarte cada noche.
Si de eso hace ya mucho tiempo
me pregunto por qué lo recordaré,
cada día, cada noche, por siempre,
como si fuera ya una condena
el que tú estés aquí tan presente
de noche, de día, y en poemas…